Aquí

No, no voy a volver, y no es porque no quiera verte, de hecho, esa es la única razón que me mantiene lejos.

Mudarme aquí ha sido como una bocanada de aire fresco, me ha dado la oportunidad de por fin poder soltar todo lo retenido en mi cabeza.

Aquí soy una persona muy diferente a la que era en Barcelona. Aquí el piso esta a mi nombre, aquí me cocino, aquí limpio los platos, aquí lavo la ropa, aquí voy a hacer la compra y una larga continuación de tareas cotidianas sin importancia. Estas cosas me dan una sensación de productividad, como si mis días aquí fueran mas cortos, como si el acto de despertarme no fuera algo que pasa porque si, como si no diera igual cuando o como lo hago. Aquí he de ser una persona responsable.

Igualmente, algo que antes me sobraba ahora va escaseando. No tengo a nadie cercano aquí, por el amor de Dios, esa charla que tuve contigo por teléfono fue como una brecha en esta realidad, como si hubiera vuelto atrás, podía incluso sentirte a mi lado.

Temo que, en el momento en el que me construya una vida social aquí, volveré a caer en mis malos hábitos. Esta forma de pensar que tengo que lo convierte todo en un drama amoroso o una razón mas para odiarme a mi mismo y al mundo en el que vivo. Esto que hice en Barcelona contigo.

Quiero verte, pero no quiero que me veas. Parte de la razón por la que no volveré en mucho tiempo, es que quiero que te des cuenta de mi ausencia, que me eches de menos, que cuando al fin te vea no me quieras soltar. 

¿Es tan egoísta? Querer eso de ti.

Pero mi mayor miedo es uno que tengo desde antes de irme, ¿y si dejas de ser importante para mi, y si esta parte de mi se pierde para siempre, la parte de mi que quiere tenerte cerca? 

Aquí viviré muchas cosas, conoceré a mucha gente, mi rutina entera y prioridades van a cambiar. Todo lo que una vez me importo se convertirá en un recuerdo mas, tan solo eso. Y no quiero, no quiero que esto que siento ahora mismo, eso que sentí al escribirte, eso que sentí al conocerte, se conviertan en solo recuerdos.

Pero eso da igual, pues ese sentimiento será mío para siempre, ya que cuando cambie a ser otra persona, yo me quedare aquí, en el pasado, tanto en mi mente como en la tuya.