Me quedé pensando en el juego desde que escribí el útlimo blog. Simultáneamente, estuvo estudiando y terminando algunos trabajos pendientes, y ya que quiero relajarme un poco, decidí que comenzaré a escribir algunos cuantos blogs sobre Minecraft y otros juegos que me interesen.
De acuerdo, ¿qué clase de mundo es mi favorito? Para comenzar, hay distintos modos de jugar Minecraft: en el modo aventura y el modo técnico. El modo técnico se refiere al uso de las mecánicas técnicas, creación de granjas y farmeo. El modo aventura es el modo tradicional, el de conectarse y crear una casa y picar. Este es mi modo favorito, y el que siempre he jugado.
Cuando creo mi mundo, lo primero que hago es encontrar el lugar donde construiré mi casa. Usualmente, prefiero las montañas altas o páramos rodeados de pequeñas colinas, con ríos cerca para los cultivos y bosques. Reviso algunos detalles, cómo si hay abejas cerca, caballos, o aldeas. Aunque también, me gusta mucho construir refugios subterráneos. Lo último me trae recuerdos sobre un cuento que leí del que ya no recuerdo el título, una historia que narraba el naufragio de una familia en una isla solitaria, repleta de fauna y flora exótica. La familia debe emprender la tarea de sobrevivir con los recursos que tienen a la mano, utilizando técnicas como la caza, la pesca y el cultivo; y también, la recolección de objetos que recogen del naufragio, como la madera del barco, herramientas y otras cosas. Conforme pasa la historia van creando distintos refugios en la isla: uno sobre los árboles, otro cerca de la playa, y uno debajo de la tierra, donde encuentran sal abundante. Este es el último que más me impactó, porque realmente se miraba muy cómodo, y era perfecto para la época de las tormentas, cuando era imposible resguardarse en la superficie. Por eso me gusta mucho construir en las cuevas, lugares amplios y secos, pero también un poco oscuros.
Lo que más me gusta de una casa es su funcionalidad, pero que también sea cómodo. Cuando construyo en la superficie, hago la primera planta solo para la sala y mi habitación; y la segunda planta, específicamente para el crafteo, llenando de cofres toda la habitación. O al revez. Cuando es en alguna cueva, lo divido en zonas: una zona de crafteo, una zona con mi habitación, etc.
Si pudiera construir una casa, justo ahorita, la haría de la siguiente manera: buscaría una mina con grandes cavernas. La caverna perfecta debe ser amplia, no tan alta, lo suficiente como para colocar un candelabro. Comenzaría a dividir la caverna, asignando cada espacio creado con un propósito; llenaría de lámparas todo el espacio, posiblemente utilizaría polvo dorado del Nether para colocar linternas debajo del suelo, perfecto para un pequeño salón de hechicería. La zona de crafteo debería ser la más grande, para colocar los suficientes cofres para el trabajo de unos tres o cuatro meses. Llenaría de alfombras mi habitación, preferiblemente blanco y azul, un cuadro enorme como el de los ninjas. Y mi caja de música, para ponerla cada vez que funda el hierro y el oro en los hornos.
Esta vez no haría cultivos, sino que me dedicaría exclusivamente a la pesca, por lo que no tendría que molestarme por picar mucha madera ni encontrar semillas.
Probablemente, si tengo el tiempo suficiente (y las ganas), haré un mundo nuevo y subiré los avances por aquí.
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