Íncubo

Grandes son mis pesadillas, ya que siempre escucho tu voz. 

Tus manos envuelven mi torso y meten mano. 

Pero una mano delicada, sin fines toscos. 

Mientras tanto, yo, me escondo en tu humilde pecho. 

Tan suave que me hace dormir, tan suave que me hace pensar que jamás volveré a ver a alguien igual a ti. 


¡Bendigo a mis malditas pesadillas! Ya que paralizade me tocas y besas con ternura. 

Recorres mi cuerpo con dulzura. 

Y yo, ¿qué más puedo hacer? 

Después de todo, quiero que hagas de mi voluntad, lo que tu creas que es. 


0 Kudos

Comments

Displaying 0 of 0 comments ( View all | Add Comment )