El silencio que carcome el alma.

Desearía, desde la desnudez más pura de mi alma, que nunca me hubiesen arrebatado mi inocencia. 

Soy tan frágil, e imaginarme desplomada en los brazos de alguien se siente como una fantasía que jamás lograré cumplir. 

¿Quién querría si quiera rozar mi piel filosa? 

Asquerosa, todavía, por las heridas que el tiempo ha dejado. En lugar de una cicatriz hay tierra sobre mi piel magullada; inútilmente intentando enterrar el dolor, porque es la única manera en la que sé afrontar lo que más duele: ignorándolo, sin darme un respiro para sanar. Me intento convencer de que no están ahí, pero, aún cubiertas, se pudren debajo de mi piel. Y duele. Mucho. 

¿Quién querría consolarme en mi agonía? 

¿Al menos soy digna de ser amada? 

¿Cómo podría permitirme ser amada? Si cuando alguien realmente me añora le ruego para que me lastime, porque es el único amor que conozco. Y ahí la herida comienza a arder una vez más. Ahí, comienza a pudrir mi carne, pasando por mis venas, mis músculos y fundirse hasta mis huesos. 

¿En donde ha quedado mi humanidad? Cuando en el reflejo no veo más que un cuerpo vacío, cansado del maltrato que no se ve pero lo ha dejado arruinado. Criado de manera que aprende a encontrar consuelo en el dolor.

¿A algo así se le llama humano? 

¿Quién tendría compasión de algo como yo? 

¿Quién querría acariciarme, en lugar de arañarme hasta desangrarme? 

¿Alguien querría limpiar la tierra que hay sobre mis heridas, y llorar sobre ellas como quien se compadece de lo impuro? 

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Hola, personas de SpaceHey ( *｀ω´). Esta es mi primera publicación, ¿si? Espero mejorar con el tiempo. 

Quizás comience a subir un poco más de las cosas que escribo. Todo esto es con el fin de desahogarme, así que disculpen si no es muy bueno.