ser raro es un acto político.

Durante una de mis muchas navegaciones por el internet vi una imágen que decía que ser rara es un acto político. 

En una sociedad que premia y valoriza la hegemonía en cada aspecto de la vida, el ser raro y aceptarlo se convierte en un acto político; se trata de romper un esquema sociocultural que busca volver a las personas homogéneas unas con otras. Bajo este contexto, el abrazar la rareza es negarse a ser borrados de la sociedad y de los esquemas estructurales que suavizan y normalizan prácticas dañinas como la eugenesia, el resurgimiento de las ideologías supremacistas y de derecha, el creer que tener un buen capital económico soluciona la vida de todos y el pensar que la vida es un camino meritocrático por el cual cientos de personas te enseñan como caminar cada vez que compras libros de autosuperación, compras cursos de cómo ser tu propio jefe y sigues influencers de progreso personal que a la larga te van llevando a un sentimiento de vacío cuando te das cuenta de que la vida no es tan simple y meritocrática como te hacen creer. 

A menudo, se tiene la idea errónea de que la política tiene que ver con la economía, las leyes y la guerra. La política es el hecho de participar colectivamente de una sociedad.

Cada vez que una mujer estudia está ejerciendo un acto político, cada vez que decide casarse o no hacerlo, cuando escogen votar o no hacerlo, cuando van de la universidad al trabajo y del trabajo a la casa, cuando esogen su ropa o su vocabulario ejercen un acto político y el tomar consciencia de lo que esto significa, se abre la posibilidad de reivindicar el marco conceptual de lo que entendemos por política y en lugar de mantenerlo como algo distante o indiferente, se puede tomar como la oportunidad de ser consciente de que en tus manos se encuentran miles de posibilidades de ejercer actos políticos. 

El ser raro es un acto político, pero el estar consciente y abrazarlo es romper cualquier esquema.

En fin, espero les haya gustado mi post.