You're mine

Ese cuerpo tuyo es un altar de deseo, una maravilla que me obsesiona cada segundo. Esas dos montañas traseras, firmes, redondas, provocativas, me enloquecen; no hay día en que no imagine mis manos recorriéndolas, apretándolas, mordiéndolas como si fueran solo mías. Me vuelvo animal con solo pensar en hundirme en esa carne perfecta que me desafía y me domina al mismo tiempo.

Y esos dos planetas que tienes adelante… brillan como gemas que hipnotizan, suaves y tentadores, los quiero besar, lamer, adorar hasta perderme en ellos. Son el universo en el que mi boca quiere vivir, en el que mi lengua quiere rezar cada noche, como un devoto que se entrega sin remedio a su diosa.

Tu rostro es el complemento divino de esa perfección. Tan hermoso, tan lujurioso, tan capaz de excitarme con solo mirarme. Esa mirada que arde, esa boca que me llama, que me pide ser besada, mordida, usada. Me enloquece saber que eres mía, que puedo tenerte, que puedo poseerte hasta romperte de placer.

Eres un vicio, una adicción de la que no quiero curarme. Cada curva, cada centímetro de ti me pertenece. Te amo con la misma furia con la que te deseo, con la misma locura con la que me pierdo en tus montañas, con la misma pasión con la que me hundo en tus planetas.

Eres toda mía, y me excita recordártelo.