Los perros siguen ladrando

Las paredes se han vuelto azules y los perros están ladrando

mientras el día pierde su color y se precipita en llanto

nada queda, cajas vacías y en mis manos suspiro

anhelo de bellas flores y un espejo hastío 

la cortina sigue húmeda, se ha manchado el piso

pues en tierra lloro y en viento escribo

y mi piel es tibia 

frágil como vidrio

ahora quebrada 

un seglar vestigio 

las paredes son rojas y los perros siguen ladrando

el dolor encarna la expiación, es un dulce regalo

acerbadas las notas y oscuro el ocaso

finales los latidos de mi triste canto

y mi piel esta fría

de ella nace un rio

y mi vista perdida

parpadeante martirio

y ya no hay paredes

solo hay ladridos

Los perros siguen ladrando

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