No hay mucho en mi mente, ni siquiera cuando pasan cosas. He llegado a un punto tranquilo, pero no muerto. La vida, como un carnaval de sátira, avanza hacia caminos por los cuales no queremos pasar, pero… ¿y si de eso se trata el flujo? Aquí empieza todo de nuevo: "el final de la línea", una reinterpretación de este papel de mi ser, del ser humano. Me sentía bastante observado por las circunstancias, siendo presa de mi propio pánico, una manera en la cual no puedo controlar la mayoría de los eventos. Sigo rodando cuesta abajo, con gran regocijo, riendo y mareado, vomitivo y agotado. La vida pasa de un segundo a un siglo en menos de un parpadeo. De 0 a 100, todos los días. Si la muerte no me acompaña, ¿entonces para qué vivo?
Hola, he vuelto después de un tiempo. La verdad es que no encontraba un motivo certero para escribir. Llegó un punto donde entrar y ver mi blog, y releer lo mismo, me agotó. Sentía que no podía salir de mi propia manera de escribir, solo cargaba la página de nuevo esperando a que un blog apareciera, a que la inspiración llegara. Solo quería que se acabara el día.
Click… click… click… así hasta que los rayos del sol me despertaban por aquel hueco de mi persiana, y al amanecer, de nuevo, nada. Estaba, no sé… contemplativo, a la vez que angustiado. No poder escribir creo que me trajo algunos problemas y no sabía de dónde venía este bloqueo, pero la verdad es que me cansé de esta situación, de mi apatía y todo lo que no podía cambiar. Pero solo es eso, me dije a mí mismo: sacos con los que ni debería cargar, pensamientos ajenos en mi mente que nublan mi propio pensar, mi manera de escribir, la severidad de estas palabras.
He vuelto a mi propio blog y se siente bien estar de vuelta.
Comments
Displaying 0 of 0 comments ( View all | Add Comment )