Mi amor lame la herida después de hacerla

Encontraron mi cuerpo podrido un domingo al lado del río, entre las flores y la maleza no tengo indicios de una herida abierta hasta que cortan mi camisa y ven mi pecho cubierto por una mancha negra. Mis manos están cubiertas por cortes de papel de cuándo me senté a releer tus cartas antes de quemarlas, el martes las cartas dejaron de llegar, el jueves estaba quemando el resto, el sábado no aparecí por ningún lugar, el domingo me estaba pudriendo por dentro. Las preguntas invaden el buzón de mi mamá y no se va a parar a explicar como empecé a pudrirme desde adentro y como mis venas expandieron el veneno por mi cuerpo porque no hay nada que explicar, sabes quien eres, sabes quien soy, sabes lo que pasó. Mi amor lame la herida después de hacerla y sostiene mis manos entre las suyas mientras recupero la conciencia, era tan intenso como un amor de verano que no tuve tiempo para pensar que el dolor perduraría como el de un divorcio después de años de sentarnos en la misma mesa y discutir sobre la misma novela, estaba tan ocupada eligiendo los colores para la tienda que no me detuve a pensar en el ruido de la trastienda hasta que una explosión en la misma me levantó de la tierra y aparecí entre las piedras, medio podrida por los días de espera y con un alma que llevaba tiempo muerta.