No entres a mi cuarto mama

Hay días en los que no duermes y es como vivir un día con dos noches y un amanecer. Es febrero, o finales de este; el amor expuesto por las calles, los confetis de corazones por las esquinas de la U, esas que el conserje no limpia. Antes solía tener paletas rotas en la mochila, como ese premio de consolación que te daban el 14, diciendo: “Pues nadie te regaló nada, pero toma tu paleta, pedazo de rechazado social.” En cambio, ahora ni paletas tengo: perdí la competencia (jajajajaja).

Es impredecible lo que pasa en la vida de uno, pero también no actuar está mal. No soy una persona de excesos, por lo menos no de muchos. He de admitir que no soy, ni de lejos, bueno, algún referente de lo sano o lo justo. No creo que nadie se juzgue así de esa forma, pero lo mío es más una riña con la vida, con el amor y esas cosas que a los punks nos dan ñáñaras. He sido renuente a escribir y a hacer demás cosas; razones hay muchas, pero… ¿no te pasa que, algunas veces, simplemente todo parece una buena razón para no poder decir nada?

Es raro: uno va siempre en subida y luego baja, pero si está abajo… ya no puede volver a caer. ¿O sí? Creo que ese es mi infierno.

Burdo en las líneas de lo incomprensible, así se siente todo últimamente. Quizá soy muy tosco para entender, quizá muy abnegado para no ver, quizá muy joven para saber. Todo es un remolino de caos, pero no un tornado. No sé si estoy mal, no sé si hay una guía; uno simplemente no se siente a salvo cuando ya no sabe contra qué pelear, y más si uno es su propio enemigo.

Sí, he hecho cosas buenas, pero eso no quita que falte a mis acciones, a mis principios y, en ocasiones, a mí mismo. No quiero ser algo incrustado en la realidad efímera de lo que es. No quiero ser una cosa medible, un número, una estadística… pero lo soy. Un amigo me dijo que por qué estaba en contra de todo; creo que lo más fuerte es no tener respuestas ante tales preguntas.

Creo que, por ahora, solo por hoy, tomaré la taza de café. Algunas veces, aunque escriba, siento que todo dice lo mismo, que no hablo de nada más. Me frustra escribir y sentir que no digo nada… incluso si ya lo dije todo.

CON AMOR EL PIPILA PONX