Tiempo pasa, tiempo injusto, tiempo contado; pareces tener tantas barreras, tantos tratados. Estás pero no te puedo ver, existes pero no te puedo tocar, no produces sonido alguno y aun así me hieres, destrozas cada parte de mi sin siquiera tocarme. Siento que me desangro y cada ápice de vida es deslindado de mi por tus manos tiranas, sin embargo todo lo que se puede ver sigue intacto. Has roto mi alma, has acabado con mi corazón, tomaste mi vida, me desapareciste, tiempo.
Desde el primer instante en que nos vimos, y aun sin saberlo, el tiempo y las manecillas de aquel medidor de vida comenzaron una danza de seducción propia de dos amantes que estarían destinados a acabar uno con el otro. Nos dedicamos solo a nosotros, a vernos, a tenernos, a sentirnos. Las risas y los múltiples llantos sonaban en unísono con cada tictac del segundero, amortiguando el conteo regresivo de la despedida silenciosa, inevitable. Advertiste tu despedida, marcaste los síntomas de tu adiós y yo en cada ocasión no hacia más que preguntar si cada acción tuya correspondía a ese adiós tan ansiado por ti y tan temido por mi, tú solo te limitabas a negar, tal vez intentabas engañarte a ti mismo sobre el seguir conmigo, el seguir amándome, pero querido tiempo, me duele más tu permanencia que tu huida.
Querido tiempo, quiero quererle de lejos porque de cerca me duele más, querido tiempo, dame la paz que siempre añoré con su compañía, querido tiempo, dile a aquel que se llevó mi corazón que lo devuelva, que no lo dañe más. Querido tiempo, ten compasión de mí, para el segundero y desactiva el cronómetro de la bomba, deja de danzar con esa daga que en cada vuelta me apuñala sin consideración alguna y dile a aquel que su compañía ya no es necesaria, que su veneno en mi cuerpo ya no tiene efecto y que el antídoto lo has proporcionado tú.
Al tiempo, tiempo y al amor paciencia, pero ¿Qué se puede hacer cuando ya no queda tiempo?, ¿Qué se puede hacer cuando falta amor?
Comments
Displaying 0 of 0 comments ( View all | Add Comment )