Bajo un techo de hojas caídas: el camino del otoño

*"Hay algo mágico en los senderos que se tiñen de hojas caídas, como si cada paso fuera una página de un libro que el viento escribe en secreto. Esta fotografía la tomé en un día donde el tiempo parecía detenerse, invitándome a observar los detalles que tantas veces pasamos por alto.*

El camino, casi vacío, está cubierto de un suave manto dorado. Las hojas, que alguna vez fueron vida en lo alto de estos árboles, ahora descansan en el suelo, dibujando patrones que parecen reflejar las historias que estos troncos han presenciado. Cada sombra, cada rayo de luz que se filtra a través de las ramas, me recuerda que la belleza no necesita de grandes gestos: se encuentra en lo cotidiano, en lo sencillo, en lo que siempre está ahí, esperando ser visto.

Al fondo, la calle sigue su ritmo, los autos pasan y las vidas continúan, ajenas a la calma de este corredor natural. Es curioso cómo la naturaleza y el urbanismo se cruzan aquí. Mientras que el concreto intenta trazar líneas rectas y definitivas, los árboles se rebelan, dejando que sus hojas caigan donde quieran, recordándonos que el orden no es más que una ilusión humana.

Este lugar no es solo un espacio físico, sino también un reflejo de estados de ánimo. Para algunos, puede parecer un rincón melancólico, un lugar donde los colores del otoño susurran sobre finales. Pero para mí, es un espacio de renovación. Las hojas que caen abren paso a algo nuevo, como una metáfora de las etapas de nuestra vida.

Quizá, en el camino, encontramos no solo belleza, sino también respuestas. Mientras caminaba bajo este techo de ramas y hojas, me pregunté: ¿cuántas veces dejamos que los días pasen sin detenernos a observar? ¿Cuántas veces olvidamos que incluso lo más simple puede ser poesía si aprendemos a mirar?

Les comparto esta fotografía no solo como un instante congelado, sino como una invitación a caminar más despacio, a observar los detalles de su propio sendero, y, por qué no, a recoger las hojas de su vida que creían caídas para siempre. Quizá, al igual que este camino, descubran que todo tiene un propósito, incluso aquello que parecía perdido."*

"¿Qué les transmite este camino? ¿Qué sienten al ver la danza de las hojas en el suelo? Me encantaría leer sus pensamientos y compartir juntos esta reflexión. Gracias por detenerse aquí, bajo este techo de hojas."