Tiempo

¿Qué es el tiempo realmente?
¿Es el aliado que nos acompaña o el juez que nos condena?
Dicen que el tiempo cura, que pone las cosas en su lugar,
pero ¿y si también es el culpable de nuestro dolor?
Nos regala momentos solo para arrebatarlos,
como si quisiera recordarnos que no dueños somos de nada. ¿Por qué sentimos que el tiempo pasa más rápido cuando somos felices? ¿Es una trampa? Un truco del reloj para hacernos añorar lo que ya no podemos tener. Los días largos de la infancia, cuando el verano parecía eterno, ¿realmente existieron o es nuestra memoria adornándolos, ¿Haciendo parecer más dulces de lo que fueron? ¿Es el tiempo el que cambia o somos nosotros? Aquellos lugares que antes parecían gigantes ahora son pequeños, aquellas personas que eran todo se han convertido en sombras, ecos de risas que ahora suenan lejanas. ¿Es el tiempo quien las transformó, o fuimos nosotros quienes dejamos de mirar con los mismos ojos? El tiempo no se detiene por nadie. No pide permiso ni disculpas. Nos empujamos hacia adelante mientras dejamos partes de nosotros atrás. ¿Es esa la verdadera tragedia? ¿Que para avanzar tenemos que perder? Y aún así, seguimos contando los días, como si al nombrarlos podríamos detenerlos. ¿Por qué intentamos capturarlo? Quizás porque sabemos que no podemos. El tiempo es un misterio cruel. Un recordatorio de que estamos vivos, pero también de que no lo estaremos para siempre. ¿Entonces qué hacemos con él? ¿Lo gastamos soñando con lo que fue? ¿Lo desperdiciamos temiendo lo que será? ¿O lo vivimos como si cada instante fuera suficiente?