Te miro como un festín que no alcanza,
un manjar de silencios que me desgarra.
Eres carne vedada en mi banquete,
y yo, bestia que en tu sombra se amarra.
Tu piel es como fruta que nunca madura,
mi hambre, cuchillo que a sí misma se abraza.
Siento el aire que dejas al pasar,
rozo aquel vacío donde debería hallarte.
Tu ausencia es un bocado que no sacia,
un banquete frío que no puedo evitar.
Eres sangre en la copa de mis noches,
pero nunca el vino que llega a calmarme.
Tu indiferencia, filo que me hiere,
un plato roto en la mesa de sueños.
Quiero desgarrar tus palabras, tus silencios,
pero tú te desvaneces donde mi ansia muere.
No hay festín en la negación de tu mirada,
solo migajas que el alma nunca digiere.
Y así sigo, famélica de tu ser,
presa del hambre que nunca termina.
Serás el plato que jamás podré tener,
un deseo que entre sombras me arruina.
Caníbal de un amor que no responde,
devoro mi dolor mientras tú caminas.
Comments
Displaying 0 of 0 comments ( View all | Add Comment )