Recomendacion Literaria: Mi Hijo el Dotor de Florencio Sanchez

Si son amantes de la literatura latinoamericana y buscan una obra que refleje con humor e ironía las tensiones sociales en el cambio de siglo, *Mi Hijo el Dotor*, escrita por el dramaturgo uruguayo Florencio Sánchez en 1903, es una joya que no pueden dejar pasar.

La obra se sitúa en la transición del campo a la ciudad y expone temas que siguen resonando en la actualidad: el conflicto entre tradición y modernidad, la tensión generacional y el valor de la educación. En la historia, vemos a Don Olegario, un humilde campesino, emocionado porque su hijo ha vuelto del extranjero convertido en médico, o como él mismo dice, un “dotor”. Sin embargo, esta alegría choca con una realidad agridulce cuando el recién graduado comienza a rechazar sus raíces y el estilo de vida sencillo de su familia. A través de esta trama, Sánchez invita al lector a reflexionar sobre la falsa superioridad que a veces trae consigo el conocimiento, especialmente cuando provoca el distanciamiento de los seres queridos.

Uno de los puntos más fuertes de esta obra es su crítica social. Sánchez, con una narrativa directa y llena de humor, se burla del elitismo y del “aire de grandeza” que muchos jóvenes adoptan al obtener un título universitario. Esta crítica no solo está dirigida a los jóvenes que se alejan de sus familias y sus tradiciones, sino también a la sociedad que idealiza ciertos modelos de éxito sin considerar las consecuencias emocionales y culturales.

*Mi Hijo el Dotor* tiene un enfoque teatral y coloquial que la convierte en una lectura amena, rápida y profundamente reflexiva. Aunque el lenguaje puede parecer sencillo, las palabras de Sánchez resuenan con fuerza, logrando que sus personajes —llenos de humanidad y contradicciones— sean fácilmente reconocibles. Esta obra sigue siendo un testimonio de cómo la educación puede ser tanto una puerta hacia el progreso como una barrera emocional y social.

Los invitamos a leer *Mi Hijo el Dotor* y descubrir por qué esta obra de Florencio Sánchez es un clásico de la dramaturgia latinoamericana. Más allá de su época, su mensaje sigue vigente, recordándonos que los valores humanos y familiares son el verdadero pilar de nuestra identidad.