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"A veces es difícil confiar en los demás, especialmente cuando no siento confianza en mis propios pasos. Me pregunto si habrá más personas que sientan lo mismo que yo. En este mundo lleno de oscuridad, un sentimiento de vacío me consume. Mi pecho se Hunde en un infinito sentimiento de angustia, como si algo malo fuera a pasar.

Este sentimiento es real. Es como si nada pudiera lastimarme más, pero en realidad, todo me lastima. Es un doble filo que cae al final de la montaña.

¿Podré algún día perdonarte? Pero si ya te perdoné, ¿cómo puedo perdonar aquello? Necesito paz mental para seguir adelante. Si sigo preguntándome el porqué lo hiciste, seguiré en la miseria...

¡La culpa fue mía! Solo tengo el recuerdo de tus labios pronunciando "Nadie te va a creer". Pero la culpa no la tuve yo. No ocupé la violencia y el maltrato mental. Sin embargo, esa estúpida frase me consumió.

Después de una larga tormenta, no podía ver la luz. Solo volvió el pensamiento de culpa, ese vacío profundo que punza hasta ahogarte en llanto sin sentido.

Un cuerpo desnudo frente al espejo, creando una imagen distorsionada de la realidad. Cayendo a pedazos, encerrada en el baño, el monstruo día a día comía un pedazo de carne de ella. Pero ella no se daba cuenta porque solo podía ver esa imagen distorsionada...

Hasta que el monstruo ya no podía comer más, porque solo quedaban huesos. Pero ella aún no podía verse bien. Aún caía cada vez que se veía al espejo, llorando desconsolada, buscando consolación en el brillo del metal puntiagudo...

Hoy, ya no quedan heridas, solo cicatrices que traen el recuerdo de una flor ahorcándose con sus propias raíces. Solo queda la angustia de esa noche donde ella solo suplicaba descansar. Un corazón hundido, un corazón quebrado que cortaba todas las partes de su cuerpo, dejando caer gotas de sangre que quemaban.

Esa noche donde no encontré más consuelo que pastillas... Nadie se dio cuenta porque ella despertó con vida.

Él sabía lo que pasaba. Pero no podía cargar con un corazón en trizas tan finas, que ya no había como armarlo. Solo lo dejó caer de nuevo... después de acariciar cada cicatriz que le dejaba a ella los trozos de su propio corazón.

Cuando estaba en lo más profundo de la oscuridad, cuando estaba angustiada, sin identidad, sin amor, sin nada, a un paso de la muerte... encontré tu luz extendiendo tu mano y con solo un toque volví a tener identidad."