¿Estrés o tranquilidad?

30 de septiembre.

He estado algo distante en estos dos últimos meses, pero no ha sido de forma consciente. Me he ocupado en la universidad y el trabajo de grado me tiene estresada hasta el cuello por la autoexigencia que me ha estado generando. Aun así, trato de dedicar pequeños y gratos momentos con mis amigos y seres queridos que son una parte importante para mí.

También es bastante interesante y paradójico observar el cómo aquellas personas que se habían apartado en mi vida y que en algún momento sentí que se acabaría el mundo, regresaron como si nada malo hubiese pasado. Por un instante, fue algo que me tomó por sorpresa, pero estoy tan cansada de estresarme y sentirme mal que preferí ignorarlos y decidir que no quiero que ingresen más en mi vida. Con solo recordar los meses que sufrí por esa persona que lo fue todo para mí para que luego retornara y quisiera “volver a tener confianza” conmigo me pareció hasta ridículo.

¿Acaso debo abandonar mis principios y perdonarlos a todos? O incluso, ¿todo ese tiempo en el que lloré fue en vano? Sentí que cualquier movimiento en regresar a una relación o vínculo pasado sería traicionarme. Aun así, me lo tomé bastante bien, quiero empezar mi vida lejos de estas personas y mientras menos conviva y sepa de ellos mejor. Tengo cosas más importantes de las que preocuparme ahora que lo social y sentimental.