Entrada #3

Entrada 3 - Monster.

Cuando el amor se vuelve una experiencia tan absorbente y dominante, es un signo de la profundidad de tus sentimientos, pero también puede ser una llamada a la reflexión. La fascinación y el deseo intensos que sientes por esta persona pueden estar enraizados en una mezcla de admiración, anhelo y, a veces, en la proyección de tus propias esperanzas y deseos. Idealizar a alguien puede hacer que sus cualidades, tanto positivas como negativas, parezcan mucho más significativas de lo que realmente son.

El amor apasionado puede llevarte a ver a esa persona como la encarnación de todo lo que deseas, lo cual es natural. Pero, en una relación saludable, es crucial que haya un equilibrio entre la admiración y la realidad. La perfección que ves en alguien puede ser una visión idealizada que no necesariamente refleja la realidad completa de la relación. Es importante que te tomes el tiempo para evaluar si tus sentimientos están basados en la realidad y si la relación es mutuamente beneficiosa.

La autoobservación es clave. Pregúntate si estás buscando en esta persona lo que realmente necesitas en una relación y si él te proporciona lo que esperas. Un amor sano debería construirte y apoyarte, no solo en base a ideales románticos, sino en una conexión real y recíproca.

El amor profundo y absorbente que sientes puede ser una experiencia hermosa y reveladora, pero también es importante mantener la perspectiva. Idealizar a alguien es natural, pero es fundamental equilibrar esa admiración con la realidad de cómo es la relación. Reflexiona sobre lo que realmente buscas en una pareja y cómo esa persona se alinea con tus necesidades y valores. Un amor verdadero y duradero se basa en la aceptación de las imperfecciones, la reciprocidad y el respeto mutuo. Asegúrate de que tu amor te nutra y te apoye en tu crecimiento personal, en lugar de solo servir como una proyección de tus deseos ideales.