Ya lo sé, ha pasado tiempo, y aun así escribo como si alguien tuviera la noción de que escribí.
Pasé por un proceso largo, de esos que no vivía desde hace tiempo. Un periodo que sacó lo peor de mí, lo mejor de mí y, sobre todo, que me ayudó a crecer. No, aún no he madurado y estoy lejos de hacerlo, pero he cambiado, y eso para mí es más que suficiente.
Odiaría decir que en el tiempo que me fui me fue bien. Odiaría decir que ahora soy más positivo o que soy drásticamente mi mejor versión. La verdad, y nada más que la verdad, es que no me sentía yo. El estrés de los exámenes de la vida que debo rendir me alcanzó y no supe cómo responder, así que dejé todo al azar. Pensé… y después simplemente no.
Permití que se desarrollaran las peores consecuencias y me entregué al absurdo, a eso que no puede ser y que, de alguna manera, lo es. Es muy difícil entender al absurdo momento de la existencia: como un orgasmo perpetuo que acaba con la muerte de este individuo, y que, dependiendo de la intensidad con que se viva y de si uno lo quiere disfrutar, se vuelve placentero… o todo lo contrario.
Ya decía yo por qué muchos son devotos al celibato: el orgasmo duele al no ser comprendido.
¿Y por qué repito “orgasmo”? ¿Y por qué delirio sin llegar a un punto? Porque al fin lo entendí: no hay nada de verdad en la vida. No hay mística en este punto de la existencia porque siempre será el mismo punto.
El presente es la vida siendo vida —yo, ellos, lo que tengo, lo que no—. El pasado es la vida siendo vivida. El futuro es el caos que se ordena con el presente. Me fue mal en la uni, fatal. Y no por tonto… bueno, en parte sí, pero más allá, realmente el de la culpa fui yo. ¿Y quién más que yo para ser el responsable de lo malo y lo bueno? Al fin entiendo lo que corresponde al yo.
Pensé mucho en qué podía escribir, en qué podía decir, pero ahora solo digo lo que siempre dije: la verdad. Esta vez desde alguien que no quiere ser nadie, desde alguien que ya comprendió el intermedio de la vida y el presente.
No soy alguien más sabio, no soy alguien que quiera ser. Solo soy yo, siendo yo. Me cansé de mis propias reglas, de las del sistema y de las de la vida. Pero no por eso voy a morir; al contrario, voy a amar. Ya me cansé de no poder hacerlo. Claro que me costará, no será fácil y no habrá una guía, pero al final ya no pierdo nada.
No tengo nada que perder si no pretendo querer ser. Ya no gano nada, pues ya me tengo a mí mismo. Soy absurdo y por eso peleo contra el absurdo. Ya me cansé de cuestionarlo y perder, de comprenderlo y ganar. Ahora tengo algo que no poseo: mi destino.
No se me ocurrió nada mejor que escribir, nada interesante, nada de nada. Solo se me ocurrió decirte la verdad, pues ya me cansé de las demás. Ya no podría hablarte de mí si no fuera así: yo, desnudando el alma, y tú observando a través de la ventana de esta web.
Te amo, y por eso no me he ido.
Con amor El pipila ponx
Comments
Displaying 0 of 0 comments ( View all | Add Comment )