My jewelry.

Se supone que debo guardar accesorios y joyas, que mejor que una caja donde se atesoran collares para guardar lo que con sus manos ha hecho para mí.

Puedo presumir sus detalladas manualidades como si fuera un regalo caro, nadie notará la diferencia.

Nadie se imaginaría encontrar en un cofre algo que no sea oro.

Llevo tus notas como anillos entre mis dedos. 

Guardo tus flores como accesorios de cabello. 

Piedras de varios colores son los matices de las ya dedicadas canciones. 

En mi cuello cuelgo como cadena todos nuestros encuentros.

Por las mañanas despierto pensando con ansiedad lo que vendrá, todo puede acabar con unas cuantas palabras, puede empezar algo mucho mejor, puede cambiar la vida en cuestión de una hora pero la adrenalina es una razón para vivir con emoción.

Y cuando pienso en lo que será, abro mi joyero, encontrándome con las muestras que me has regalado, de que esto existe, de que no es inventado, de que este es amor alocado.

Escondemos este romance, vivimos con el cazador a nuestro costado, eso no tiene valor en el presente, porque cuando lo veo de nuevo tengo confianza en que eso no pasase. 

Y como una dama que se arregla, veo cuál joya combina más conmigo para la ocasión, esperando que el sentimiento sea equitativo al del día en el que coincidimos esta bella emoción.

Todos dicen que quiero ser extravagante, presumiendo con vanidad los preciados recuerdos adquiridos, es verdad, tienen mucho que envidiar mis amigos.