parte d un poema q la otra vez vi y m gusto

"no somos nuestra piel mugrienta, 

no somos nuestra desolada, terrible y polvorienta locomotora sin imagen

todos somos hermosos girasoles dorados en nuestro interior 

estamos benditos por nuestra propia semilla y nuestros cuerpos dorados, peludos y desnudos crecen para transformarnos en dementes girasoles 

espiados por nuestros ojos bajo la sombra"

allen ginsgber - sutra del girasol