12/08/2024
Llega agosto y entre las canciones de cueca y los rayos de sol mañaneros puedo atisvar un pedazo de septiembre, como ese septiembre, recuerdo las fotos que te tomaba ese día, en el que bailabas cueca, y tan bella que te veías, me gustaría poder tomarte de la mano y llevarte a dar vueltas por ahí, pero no es más que un anhelo, anhelo de un sueño que tal vez nunca se cumpla.
Esta mañana mientras caminaba al colegio tenia una visión, yo con un pelo más largo te invitaba a mi casa para que me hicieras dreadlocks, te recibía en la puerta y te contaba que ya no estaba fumando, y mi casa pintada de blanco con tan mística o hippie decoración se llenaba de una luz olivo tras los rayos calurosos de ese día de verano y la refrescante sombra de mi casa apaciguaba tan calor horrible, pero todo era mejor mientras estabas, y mientras todo esto pasaba sonaba "Tu eres como el fuego" de Morodo y te recibía con una cara relajada pero contenta, tan llena de contento y felicidad, totalmente a gusto de que estuvieras ahí, en mi entrada, esperando que te invitará a entrar y te ofreciera un vaso de agua, nada más que tu persona me recuerda a la primavera y al verano, eres primavera y verano, tan intensa, tan sentimental, tan amable y cálida, como una mariposa posandose en la piel suave de un niño, o en la nariz de un golden retriever, o como la experiencia de ir a la feria, a esas ferias de peña o de la granja que tanto me gustan, ese persa de barrio en el que el sol te pega fuerte y la sombra de los puestos te salva de la insolación, y aunque estés al borde de desmayarte del hambre por estar recorriendo los puestos decides seguir caminando, entre ese mar de gente que te llena de contento y alegría, entre los gritos de los caseros y las risas de los niños que toman agua y anhelan algún juguete de un puesto de cachureos, si, eres como ese recuerdo de mi infancia en el que estaba toda mi familia en mi antigua casa, mi familia de parte de papá y de mamá, recuerdo en el que estaban todos inmersos en moler choclo para hacer comida, salvandose del sol por un toldo y las hojas de los nogales al lado del taller de mi papá, ah, el taller de motos, a ti te gustan las motos, eres tan extrema, eso te hace hermosa, tiene sentido compararte con la luna, intentar acercarte hacia ti es como un viaje al espacio, peligroso, pero con una gran recompensa, sin dudas me gustaría algún día poder alcanzarte, espero que si ese día llega, puedas, sin preocupaciones, corresponderme, y tal vez, se pueda cumplir esa visión de nosotros en mi casa, resguardandonos del sol, riéndonos, mientras me arreglas el pelo.
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