327 Lunas
Es extraño pensar en el día en que nació esta estrella. Siempre nos preguntamos cómo llegamos hasta aquí. No sé qué hacer realmente; nunca lo supe. Me pregunto cómo es que las demás estrellas saben por qué alumbran. Nosotros somos del tipo al que llaman “cometas”. Ser algo estático nos abruma, pero tal vez, al ser cometas, tarde o temprano terminaremos impactando. De alguna forma, el universo odia la libertad, la condena. Es negro o es blanco, nunca una escala de grises. Todas estas lunas han sido terribles desde el nacimiento de esa pequeña estrella, pero aún seguimos brillando. De alguna manera, nuestra luz se ha hecho más fuerte. La luna siempre nos observa con sigilo mientras recorremos el universo. A veces nos sentimos solos, pero supongo que es nuestra naturaleza no querer extinguirnos en un solo punto.
De repente, el universo entona una melodía; una guitarra se oye. No suena triste o melancólica, sino amarga, desesperada y desilusionada. Durante todas estas lunas, siempre esperamos algo de paz, y ahora que obtenemos un poco, no se siente real. Nos acostumbramos a los anillos de asteroides y ahora que estamos inmersos en el universo, todo se ve desolado. Realmente es difícil seguir recorriendo el universo. Siempre hay muchos obstáculos. A veces renegamos de no ser estrellas comunes, pero también agradecemos no estar estáticos.
Querida cometa, no pierdas tu luz.
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