ESPEJO ROTO 

Mirando mi cuerpo en el espejo con lágrimas en los ojos. La insoportable sensación de ahogarme mientras vomitaba, el ácido fluyendo por mi garganta y derramándose entre mis dedos...

Se sentía tan bien, era un desgarrador grito de liberación, no solo salían restos de mi interior, también el dolor y el miedo, el horrible sentimiento de que mi cuerpo era no mío y la abrumadora sensación de cansancio constante.

Hambrienta de amor, buscando la aprobación de mis sueños, de mis ojos... de mi madre.

Pero todo era una falsa idea de felicidad, cuando tenía lo que quería, necesitaba menos todavía, ya no importaba nada más que mi cuerpo y en lo único que pensaba era como iba a hacer para lograr verme

más hermosa.

Esas pastillas me destrozaban por dentro.... el movimiento forzoso me hacía moretones en el cuerpo, los huesos se marcaban cada vez más y mi piel pálida y destruida, no era bonita, ni mucho menos feliz después de todo lo que me habían dicho que tenía que hacer para serlo...

Ahora solo me queda sufrir la cruel realidad de que jamás voy a ser lo que siempre soñé.