**Aclaro que estos textos están siendo escritos en distintas temporalidades, que son sólo de desahogo y expresión personal escrita y que se ruega discreción acerca de errores de redacción y normas ortográficas ya que el propósito es netamente informal y es escrito variando entre un computador y un celular**
Comenzaré hablando de mis principales referentes en términos de educación, son mis mayores inspiraciones en el sentido de ejercer y agradezco mucho el apoyo y confianza que me otorgaron para realizar mis estudios.
Soy la hija menor de tres hermanas, mis dos hermanas mayores eran súper inteligentes, "mateas" por así decirlo, netamente científicas y estudiaron una carrera que correspondía a sus facilidades académicas. Mis hermanas entraron en el complejo rubro de la salud e incluso, mi hermana mayor se dedica actualmente a profundizar sus conocimientos del rubro, mientras que mi hermana del medio ejerce su profesión recientemente. Mi madre, por otro lado, se dedica a el área de la educación pre-básica, ella es una mujer super apasionada con su profesión y en lo que conlleva. Y mi padre trabaja en obras públicas, quien también muestra una fuerte pasión y cariño a lo que desempeña.
Mi experiencia escolar durante la básica fue super compleja, ya que iba a un colegio donde no había tanta exigencia académica a uno que sí la tenía. Y mucha. Me cambiaron de colegio en sexto básico, durante el florecimiento de la odiada y aclamada pubertad. Mi primera experiencia en aquel colegio al que me cambiaron fue que la profesora de inglés entró y salió hablando en inglés sin que yo pudiera entender una palabra. Actualmente agradezco profundamente esa formación con ese nivel de exigencia académica y la importancia del inglés en aquel colegio.
Lo más importante y destacable fue mi paso por la enseñanza media, la cual finalicé hace no mucho relativamente. Comencé la enseñanza media catastróficamente, ya que comencé a "adolescer" y de golpe ocurrieron acontecimientos nacionales y mundiales que llevaron a la interrupción y cambio del sistema educativo, es decir, el estallido social y la pandemia. no hay mucho que destacar además de ello, salvo una inestabilidad en mi salud mental de la que posteriormente me recuperé.
Estos acontecimientos me hicieron dar un fuerte salto a la presencialidad completa en tercero medio. Año donde comencé a desenvolverme nuevamente en una vida social más grande y a establecer mejor (o peor, libre interpretación) mis relaciones sociales. Conocí la presión académica y la flojera de las otras personas. Comencé a escarmentar internamente la idea de que si no lo hacía yo, nadie lo haría. También el principio de mi complacencia por los textos académicos.
Cuarto año fue una montaña rusa que iba excesivamente rápido. Sentía que estaba en una etapa confusa, en la que me sentía grande y pequeña al mismo tiempo, en la que comencé a definir y exteriorizar mis opiniones e ideales a más gente. Recuperé mi confianza de cierta forma y establecí mejor mis amistades. Mi último año escolar fue una etapa linda pero enormemente agobiante. una etapa de constante estrés y cansancio entre mi escolaridad y el preuniversitario. La pasé bien en compañía de una de mis mejores amigas que me apañó en todas (tqm diaz). Pero no quita la carga que tenía encima, además de estar a punto de dar la prueba de admisión.
El constante pensamiento que recorría mi mente en ese año fue "Estoy perdiendo mi adolescencia", "no disfruto la juventud como mis compañeros", entre otros. mi mamá fue la principal víctima de esos desahogos constantes cuando estaba con cargas muy pesadas. aunque siempre tenía esos recordatorios de que lo que "sacrificaba" en ese tiempo era para poder cumplir mi meta, que era entrar a la carrera que yo quería.
Siempre quise ser profesora, de alguna u otra forma siempre llegaba a la conclusión de que quería ser profesora. Me cuestioné una cantidad ridícula de veces, reconsiderando opciones, pensando qué es lo que me haría feliz, qué me daría estabilidad y qué podría hacer con vocación. Exploré varias opciones, mi amor por el arte y estudiar ilustración fue la idea más constante. Pero tal vez si estudiaba eso, traicionaría de alguna forma a esa pequeña Vale que le hacía clases a sus peluches, a esa niña que se visualizaba enseñando.
La carrera de pedagogía es una carrera sumamente manchada.
En todos los sentidos, desde que decidí con convicción que iba a estudiar pedagogía en Lenguaje y buscaba esa orientación de parte de otros profesores, recibía más respuestas negativas que positivas. Tengo el recuerdo más decepcionante e irónico, en el que mi misma profesora de Lenguaje me desanimaba diciendo que no debería estudiarlo y que reconsiderara mis opciones, o mi profesor jefe que siempre le dio un visto cómicamente negativo. Actualmente lo recuerdo y soy consciente que me pasé esos comentarios por donde más me resbalaban. (Por si no entendieron, me los pasé por la raja, me decidí a no ser una profesora latera que odia su propia profesión). Además de los comentarios externos a mi familia como que sería un trabajo no tan bien pagado, un trabajo agotador, que realmente no valen tanto como medicina o derecho.
Y adivinen, también me los pasé por donde me resbalaban. Yo quería ser una profesora. A veces recuerdo el hecho de que mi hermana mayor me ofreció ir a estudiar medicina y le rechacé.
Me di cuenta que la carrera de pedagogía es una carrera que aparte de mal vista generalmente, es una carrera de la cual no se da tanta información más allá del "estudian gratis". Realmente me decepciona ya que es una carrera de igual importancia que el resto de carreras, ni siquiera se les otorga una charla vocacional en los colegios para informar bien cómo son estas carreras, cuales vías se pueden tomar para ingresar, entre otros. Considero que es una reverenda estupidez.
Me decepciona que tanto los mismos profesores desprestigian su propia profesión y rebajan los sueños de aquellos alumnos que desean seguir sus pasos, de aquellos profesores también se aprende claramente, a NO ser como ellos. Admiro fuertemente a aquellos profesores que, durante mi formación, me apoyaron en mi decisión y me dieron los concejos que realmente necesitaba.
Cuando ya pasé todos los procesos para ingresar a la educación superior, sólo quedaba esperar a los resultados de postulación, y poder tener en claro dónde estudiaría.
Estuve con la misma idea de irme a la misma ciudad que mis hermanas a estudiar, hasta que se me ocurre ver otras mallas y ampliar mis opciones unas dos semanas antes de enviar mis postulaciones. Y me enamoré. Era una malla de la que realmente estaba interesada, la amé y era una universidad que ya me habían recomendado algunas veces, el único detalle, es que estaba a más de tres horas de mi casa.
Mi mamá claramente estaba aterrada ante esta idea de irme bien lejos, pero yo genuinamente quería ir a esa universidad a pesar de considerarla pocas semanas antes. La convencí, y genuinamente no me arrepiento de nada.
La ciudad en donde estudio es tranquila y es entretenida de estar, la universidad es tal cual me lo había imaginado (incluso mejor, tal vez tenía expectativas bajas). Y disfruto mucho el aprender cosas que genuinamente me interesan, claro, me agobio y tengo harta sobrecarga académica como cualquier carrera, pero no quita el hecho de que estoy disfrutando los frutos de todo ese año de esfuerzo para llegar hasta donde estoy ahora. Ahora sólo ESPERO lograr pasar los semestres tranquila y terminar mi carrera, pero nadie sabe qué puede pasar realmente.
Actualmente mi meta es pasar este año jaja.
La finalidad de este escrito es tenerlo como un recordatorio, como una especie de diario de algunas ideas o experiencias específicas de mi.
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