Cartas [1]

Llevo días en carencia, una carencia infinita de tantos sentimientos estancados en aquella sucia laguna. 
No puedo moverme para poder limpiarla, no puedo llenarla tampoco, es cansado, incluso solo verla.
No me preocupaba verme vago, incluso si era despreciado y juzgado, sin embargo... Llegó un lindo pato.
¿Cómo puede aquel animal nadar en ese sucio lugar? 

Aún sin moverme, solo observé sus acciones; pensé que se iría rápidamente, aunque perduró más de lo normal. Pequeñas lagunas brillantes surgieron tomando la atención de ese bello ser, "claro, va a irse, después de todo aquí es triste." Pensé, viendo su andar ante aquellas hermosas corrientes de agua que brillaban como espejo que veían a través del alma, pero volvió. 
Se estaba contaminando, se estaba enfermando, aún si la salida era "fácil", se quedaba; era verdad que yo lo retenía ¿Lo tenía cautivo? Lamento mi ignorancia, limpiare las aguas, así que no te vayas, no te enfermes, prometo cuidarte, quédate conmigo un poco más, incluso si tú gusto es falaz.