Mis tres amigos de infancia・⁠・⁠・

Yo siempre de niña acomodaba mis muñecas y podía tardar horas en arreglar el escenario para cuando terminara y todo estuviera listo, volver a guardarlos.

Jugaba en silencio, jugaba en mi mente, no me gustaba salir, porque una vez invitó a mi vecina Yamileth y por accidente con su pie le pisó el cuello a mi gato. Le agarré un odio a Yamileth desde ese entonces. (Mi gato murió)

Yamileth era mi vecina de la izquierda, su mamá muy amiga de la mía, el papá de Yamileth tenía intenciones raras con mi madre, entonces mi mamá le comentó la situación a la madre de Yamileth, pero en vez de tomarlo a bien, la relación de ellas, terminó. Provocando evitar de por vida a la familia de Yamileth (construyeron una gran barda que dividía las casas).

Del lado derecho, estaba Abril y América, ellas de padres administradores y Abogados......me caían mal, porque una vez intenté jugar con América le presté un vestido mío de Mulán y lo rompió (no éramos de la talla) por asuntos mínimos yo no la toleraba. Mi mamá tmbn era muy amiga de la madre de América, pero ellos empezaron a construir, por accidente me caí en un hoyo de los que habían hecho, me rajé media cara y obviamente quedamos mal con esa familia (crearon otra barda grande que nos dividía ).

Después de un tiempo sola, Jesús empezó a venir a mi casa (vivía a tres casas de la mía), Jesús era un niño bien ratero, se robaba mis juguetes y yo sabía, pero a mí me gustaba no estar sola, podía estar todo.  el día  conmigo y no se aburría, nos poníamos a bailar, cantar, lo vestía de princesa, sin darme cuenta pasó el tiempo, Jesús me dijo que si quería ser su novia, me llevó unos dulces que de nervios se le cayeron y el perro de Yamileth  se comió (nunca amarraban a ese perro), obviamente Jesús y yo eramos como hermanos, no recuerdo haberle dado una respuesta. Pero seguí yendo a mi casa, hasta que mi papá se dió cuenta que se robaba mis juguetes y le molestó mucho porque en navidad se robó literalmente mis regalos. Jesús pasaba y se quedaba enfrente de mi casa, yo lo miraba desde la ventana (mi papá lo corría) pero siempre regresaba solo a verme. Tiempo después me contó mi papá que América mientras lavaba el carro de su mamá, Jesús fue y le enseñó el Pen*, entonces dejé de estar atenta a la ventana, me aísle y ya no hablaba con nadie, quedándome encerrada en mi cuarto, acomodando y desacomodando muñecas.