Perseguia un sentimiento podrido, emponzoñado de falsas ilusiones y palabras bonitas, ilusa de mí pensé que un bocado de ese amor sería suficiente, pero me volví hambrienta del veneno.
Corrompía mi ser, en mis venas la sangre hervía y quemaba debajo de la piel, ese veneno que tanto me gusataba se empezó a diluir en mi sangre y cada dia me acostumbraba más a él.
Dulce y corrosivo.
Sosegada, pero abrumada me di cuenta que mi corazón lloraba, a punto de quedar intoxicado intenté salvarme y expulsar todo el veneno a traves de las lagrimas, creando un mar contaminado.
Donde los resuidos perdurarán.
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