Mi padrastro y mi hermana menor me están destrozando la vida.

Solía ​​ser hija única. Éramos solamente mi madre y yo, vivíamos en un cuarto pequeño de un departamento económico. Solo nos teníamos la una a la otra, ya que mi padre vivía en otro sitio y me pasaba mi pensión alimentaria cada semana y de vez en cuando lo visitaba. Hasta que llegó el día que mi madre conoció a mi actual padrastro. Resulta que ella iba a clases para poder superar su adicción a la cerveza, solía acompañarla cuando tenía 3 años. Se hacen novios, solo porque el tipo me trataba "muy bien" y eso era lo que la ilusionaba. Creyó que sería su mano derecha, su pilar, su apoyo. Pero, tristemente solo fueron expectativas que se quedaron así. Al cabo de unos meses, decide casarse, él viene a vivir con nosotras y el primer día de casados, él revela su verdadera cara. Sucede que, pelean por primera vez y él comenzó a gritar como un auténtico demente, luego salió corriendo de la casa y se tiró al piso a llorar. ¡En medio de la calle! La gente se le quedaba viendo y la vergüenza en la cara de mi mamá era evidente. También recuerdo que ahí estaba mi hermana mayor (de diferentes papás) y le advirtió a mi madre que él no era una persona normal y que tenga cuidado con eso. El tiempo pasó y las peleas iban en aumento. Yo no estaba acostumbrada a ver ese tipo de cosas, por lo que me perturbaba. 

Cuando cumplí 4 años, mi pesadilla comenzó. Mi padrastro comenzó a golpearme cada vez que mi mamá se iba a trabajar. Me agarraba a cachetadas, jalones de cabello, samaqueadas violentas, entre otras cosas. También, recuerdo que cada vez que él discutía con mi mamá, me hacía repetir la frase "Mis padres pelean por mi culpa" y me colocaba en un rincón, sentada con los pies descalzos. Esa época fue horrible. A partir de ese momento, pase de ser una niña sonriente y entusiasta a ser una niña muy seria y callada para mi edad. Me aislaba en el Kinder y prefería jugar sola. Por un tiempo decidí callar y no decirle nada a mi mamá, ya que el me amenazaba que sí abría la boca, iba a reventarme a golpes. Después de un tiempo, decidí que era hora de contarlo todo. A pesar que ya tenía como 6 años, me armé de valor en ese entonces. Mi madre me notaba bastante rara a estas alturas. Siempre me preguntaba si pasaba algo y yo decía que no. Pero, la última noche, le dije todo. Ella me escuchaba atentamente y asintió. Me dijo que lo iba a arreglar. Discutieron, gritaron pero, mágicamente él la convenció de no denunciarlo y continuar con la relación. Genial, él había ganado.

Años después, mi madre se embaraza de él y nace mi hermana pequeña. Debo admitir que, me puse algo celosa cuando supe de su llegada. A medida que iba creciendo, ella siempre era el foco de atención, decían que iba a ser muy alta y que tendría muchos amigos. A diferencia de mí, que era reservada y no hablaba con nadie. Lloraba demasiado y hacía berrinches iguales a mi padrastro. Incluso, se golpeaba la cabeza contra una pared si no le dabas lo que ella quería. Amenazaba con autolesionarse. Por lo que, su padre siempre le daba absolutamente todo. En cambio a mí, rara vez lo hacía. Cuando ella cumplió 8 años, comenzó a golpearme igual que su padre. Lastimosamente yo era muy pequeña para mi edad (tenía 14 años) y tampoco podía responderle porque era una niña pequeña. Me agarraba del cabello, me empujaba al piso, me insultaba, me cacheteaba, me pateaba. Incluso, una vez intentó clavarme un tenedor a mi ojo izquierdo mientras despertaba. Otras veces, agarraba al gato, presionaba sus garras y las clavaba contra mis brazos. Y también se convirtió en motivos de discusiones entre mi mamá y mi padrastro. Era odiosa, mala, egoísta y todos los insultos que pudieran existir. Es tan escandalosa que hasta todos los vecinos escuchan nuestras discusiones y golpes. Suelen chismear sobre eso y le dicen a mi mamá. Paso demasiada vergüenza cada que me miran.

Actualmente, ella tiene 13 años y yo 20 y sigue atormentándome. Lo peor, es más alta que yo y creo que más fuerte. Siempre me repite que soy mierda, que soy una rara y que jamás tendré amigos. Me grita, me amenaza con revelar mis secretos (no sé como descubre absolutamente todos) me ordena a que limpie sus cosas, la atiendo como si fuese una reina. Llevo su almuerzo hasta su sillón donde suele echarse a jugar todo el día. Me apura cuando me demoró. Cada vez que veo su rostro cuando me golpea o grita, veo la cara de su maldito padre. Es que se los juro, tiene absolutamente todo de ese hombre. Sus gestos, su forma de hablar, su manera de ser, su violencia. Sin decir que es muy parecida físicamente a él. Me llena de un odio irracional que no puedo evitar sentir. Ellos son los que siempre me han estado atormentando. Ellos han destrozado mi vida por completo. Trató de superarlo, pero el daño está hecho. Suelo aguantarme todo, apretar los puños, exhalar y hacer lo que me digan, sin decir una palabra. A veces, quisiera agarrar algo y terminar con todo esto. Pero, solo se queda en mi imaginación.