Febrero, el mes del amor.

El mes de febrero es algo extraño para mí, no es que algo me pase o algo sea de mi desagrado. Lo contrario, me hace sentir un tanto vivo en ocasiones. Muchas veces siento un gran vacío que inunda lo que queda de mi corazón marchito, sin embargo, cuando veo a las parejas amandose y jurandose aquel amor eterno me recuerda demasiado a aquel sentimiento que solo pocas veces he sentido en mi vida: Amor. No los envidio, al contrario, me siento demasiado feliz por ellos. La felicidad de ver a los demás ser felices es increíble para mí. Pero hay veces en las que yo desearía también sentirlo. Desde que me di cuenta de que era arromantico me he preguntado si volvería a sentir amor por alguien más en mi vida... Y para sorpresa para mí, ¡si lo he sentido recientemente! Pero me niego rotundamente a poder aceptar aquel sentimiento por miedo a salir dañado, ¿es malo eso?

Siempre intento estar abierto a cualquier tipo de amor, pero siempre término sintiendo un inmenso vacío cada vez más grande con cada cosa pizca de amor que me dan. Desearía poder algún día aceptar lo que he sentido en un ayer, pero, espero poder algún día llenar ese vacío que quedó en mí después de tantos años de tanta incertidumbre en mi vida personal. Estoy conciente que me contradigo una y mil veces con cada cosa he dicho los últimos días y en esto que he escrito, pero sinceramente el amor es algo que jamás lograré entender verdaderamente.