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En el bar de identidad perdida
entre sombras de un pasado sin medida.
El lugar se desdibuja en mi memoria
un camino incierto, sin guía, sin historia.
El alma clama por paz sin destino
en la nebulosa, ¿Dónde hallará su camino?
La calle murmura secretos al viento
y yo, eterno oyente de su lamento.
Años en la mierda, moldearon mi ser
testigos, ¿Dónde estaban al renacer?
Misteriosa es la razón que me empuja a ti
rezas por mí, en la oscuridad me hundí.
En tu deseo me pierdo una vez más
entre la nada y el calor de tu abrazo fugaz.
En la penumbra, ¿Queda algo por hallar?
Tu mirada arde, ¿o ya todo se va?
Te espero en la tristeza de la ciudad
la calle grita que no volverás jamás.
Mi alma, herida, busca en algún bar
quizás al otro lado, la paz hallará.
El deseo de tus luces, un calor extinguido
en lo oscuro de la madrugada me he perdido.
Mis alas cortadas, ¿O renacerán?
Busqué otra forma, pero ya no hay nada.
Caigo de nuevo en tu mente ausente
nada significa si no estás presente.
Espero solo en la triste ciudad
la calle insiste que no volverás.
Mi alma, aún herida, busca en algún bar
en el otro lado, tal vez te encontraré.
En el vaivén de mi ser frío y vacío
la pasión fluye, un torrente desafío.
La calle me habla, y yo no puedo ignorar
pulsaciones calman el vacío cuando estás.
En la oscura madrugada, luces que se apagan
mi ser se pierde, se desborda y estraga.
Ya no queda nada, ¿O aún queda un rincón?
Miré de otra forma, pero se desvaneció la ilusión.
Vuelvo a caer en el eco de tu mente
sin significado si no estás presente.
Te espero en la tristeza de la ciudad
la calle proclama que no volverás.
Mi alma, herida, busca en algún bar
en el otro lado, tal vez hallará paz.
Así sigo esperando en la ciudad sombría
la calle murmura, la noche guía.
Quizás mi alma, en algún bar, sanará
o en el otro lado, la felicidad encontrará.
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