Buena suerte...

Hay algo en ti que me encantaba tanto, tú forma de ser, pensar y tratarme o tal vez tus ojos, tú sonrisa; Simplemente tú me encantabas. Te amé, claro que lo hice y con todas mis fuerzas.

Sabía que me harías daño, sabía que te haría daño, pero valió la pena el arriesgarse por ti. 

¿Por qué lo hice? Fácil, por el simple hecho de que si no lo hacía me hubiera perdido de esos momentos a tu lado, de los recorridos que hacíamos tomados de la mano, de ese beso bajo la lluvia el cuál esperaré otro pero no de ti...

Te agradezco todo ese tiempo que me brindaste, los detalles, el cariño y por cada pelea que siempre supimos cómo arreglar. Estuviste en mis buenos momentos y en los malos pero realmente malos apoyándome y eso no se compara con nada. Tal vez solo es otra mala jugada del destino. Las cosas siempre cambian aunque uno no lo desee.

Gracias por ser tú; por permitirme conocerte este tiempo y compartir un pedacito de tu vida conmigo, te amo y es por eso que te dejo ir. Te deseo lo mejor espero que encuentres la felicidad te mereces 

Es el final, llego la hora de soltarte, no hay nada  más que decir, y no te preocupes está es la  última vez que te escribo.

Buena suerte en la vida.