Sobreviví a un día agonizante por una de las actividades más satisfactorias de la vida. La lectura. Soy muy expresiva y sensible, por lo que tuve que obligarme a reprimir mis emociones al reaccionar a mi lectura actual para no parecer una demente delante de mucha gente.
No todo fue irritable. El elixir dulcemente amargo entumeció mis sentidos y entre la divagación encontré un escape divertido de mi triste realidad.
También tuve papitas :D
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