he perdido el tacto
así como el apetito
veinte días de junio me bastaron
para amarte como ninguno
un poco más que a mí mismo
oír tu voz es el comer una manzana
es tan dulce, pero nadie quita que dentro de ella
semillas de cianuro contenga.
olvidar doscientas ocho noches, doscientos ocho días
de un sólo tirón
no reemplazarán los recuerdos que creamos a montón.
espero que lleves en tu conciencia que cada suspiro taciturno
cada pensamiento nocturno
es tuyo sólo
cada pulsación
cada neurotransmición de señales a mi herido corazón
cada arteria la obstruyen lágrimas que secar jamás podrás.
una cruz una razón:
una, aquel último que te amó antes que yo
dos, la gran (in) diferencia que me marcó
tres, los lugares por los que ella te besó.
te confienso que mi sobresensibilidad es el arma homicida
tres metros bajo tierra estaré
antes de aceptar
cuánto realmenté te amé
y, carajo, pero también antes de declarar
cuánto te amaré
para siempre, si me lo preguntas por última vez.
Comments
Displaying 0 of 0 comments ( View all | Add Comment )