Ser venezolano el 29 de Julio

No puedo dejar de pensar en el fraude electoral que se cometió. 

Habría sido menos doloroso que nos sacaran con tenazas el corazón del pecho, luego de que tanta gente llegó a Venezuela hasta en lancha para votar. Pasamos la noche en vela, esperando a que los oficialistas buscaran las urnas para alterar los resultados y luego nos mienten en la cara.

Muchos de nosotros ya lo esperábamos, incluso con ese estúpido 51% que me trae recuerdos de las elecciones del 2013 contra Capriles. Yo sabía, pero no me lo quería creer, porque había esperanza.

Tenía años que no veía a mi país sintiendo esperanza y por 24h se sintió fantástico, mas nos tocó de nuevo aterrizar.

Sabemos que la única manera de que estas lacras salgan, es si los cazamos como ratas y los sacamos con bolsas en la cabeza. Hoy va a haber mucha sangre e inmolaciones de gente joven a la que le quitaron el derecho de vivir.

Siento como si estuvieran torturando a mi madre frente a mí.

Estoy muy lejos, no he podido hablar con mis seres queridos en Venezuela. Me siento una traicionera y una paria, una apátrida por no sufrir allá con ellos.

Nadie está hablando de esto. Nadie habla de que Venezuela está cautiva y de que su gente vive en la miseria incluso afuera de sus fronteras. La miseria nos sale como un tufo por los poros y sufrimos de estrés postraumático.

Nadie habla de que incluso en Occidente puede ir a morir la libertad.

Nadie quiere admitir que tenemos la peor crisis migratoria, ni que somos pobres.

Nadie admite que estamos todos exiliados y que parar en estos países jamás fué el plan de muchos de nosotros.

Los estadounidenses negociaron por petróleo, a nadie le importa nuestra libertad, somos un pueblo huérfano.

Apoyar a un venezolano no es un símbolo de virtud en estos países del Norte. Tampoco es visto como contestatario o como un deber de la gente políticamente consciente.

Somos latinos y para ellos estamos destinados a vivir así. Somos parte del paisaje de la pobreza.

¿Saben qué? Es bastante probable que hoy en la tarde empiece una guerra civil, y para la gente consciente de los paises desarrollados... Hablar sobre nosotros y nuestras vidas es un hobby que los hace sentir cultos y activistas (que se jodan).

Yo apoyo a mis paisanos que están en Vzla y deciden salir a la calle a sacrificar su vida en nombre de la libertad. Los admiro y les digo que no será en vano nada de esto. Muchísimas gracias.

También apoyo a los venezolanos que se quedan en sus casas por su propia seguridad y las de sus familias. Completamente entendible, nadie con dos dedos de frente tendría la audacia de desafiarlos.por.esto.

Apoyo a los que estamos afuera llenos de luto e impotencia. Nos vamos a encargar de que estos países no puedan ignorar nuestra presencia.

¡Venezuela libre!